La miel es un producto natural que se ha utilizado durante milenios por sus propiedades terapéuticas.
Es rico en nutrientes como vitaminas, minerales y antioxidantes, que son beneficiosos para la salud.
En este artículo nos enfocamos en 6 increíbles propiedades de la miel que beneficiarán tu salud.
1 Propiedades antiinfecciosas y antibióticas :
La miel previene la proliferación de bacterias, virus u hongos gracias a una enzima, la glucosa oxidasa, que produce peróxido de hidrógeno (como en el agua oxigenada) que es un antiséptico natural. Su acidez y baja concentración de proteínas refuerza esta acción. Puede ser utilizado para este fin tanto a nivel cutáneo como en ingestión para la esfera respiratoria o digestiva.
2 propiedades curativas :
Antibacteriana, la miel también regenera el tejido de la piel para que tenga una buena cicatrización. Esta acción se debe a su alta osmolaridad, que hace que la miel atraiga agua, drene la linfa y el plasma hacia el exterior, lo que elimina los desechos y limpia la herida. La miel es por tanto un antiséptico muy reconocido.
3 propiedades antioxidantes :
Gracias a la presencia de muchos flavonoides, la miel tiene un importante poder antioxidante, ya que neutraliza los radicales libres, por lo que tiene un efecto beneficioso en la prevención de ciertos tipos de cáncer o ciertas enfermedades cardiovasculares.
4 Propiedades energéticas y tonificantes:
La miel es un tónico general para el organismo que refuerza notablemente las defensas inmunitarias. Por lo tanto, ayuda a prevenir o resistir mejor las infecciones microbianas y es un aliado de elección cuando se siente cansado. Además, debido a que está llena de azúcar, la miel es una gran fuente de energía que puede darte un impulso cuando lo necesites .
5 Propiedades sedantes y calmantes:
La miel permite la liberación de serotonina, un neurotransmisor que favorecerá el sueño. Entonces, en lugar de agregar un trozo de azúcar a su té de hierbas de la noche, diluya una cucharada de miel para tener una noche buena, tranquila y pacífica.
6 Propiedades respiratorias :
Contra la tos o el dolor de garganta, la miel aportará un efecto inmediato y duradero. Gracias a sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias, es eficaz para calmar los síntomas del resfriado y calmar el sistema respiratorio. Calmará las irritaciones y reducirá la adhesión de bacterias a la pared respiratoria, evitando así su proliferación.
La miel actúa directamente sobre la esfera digestiva, y es eficaz en el tratamiento de infecciones estomacales e intestinales, reduciendo inflamaciones o úlceras gástricas, así como el estreñimiento temporal. Gracias a sus enzimas “diastasas”, ayuda a la digestión y estimula el estómago. Por último, tiene un ligero poder laxante (variable según la miel) y limita la fermentación intestinal.
Gracias a las vitaminas B, que son antioxidantes, la miel limitará la arterioesclerosis, teniendo un efecto beneficioso sobre el corazón y los vasos sanguíneos.
Esto es algo que no necesariamente se nos ocurre a primera vista, pero que puede resultar muy útil: y sí, la miel es una muy buena solución para diluir los aceites esenciales y servir de apoyo para su ingestión. Además, si las mezclas se realizan en grandes cantidades para un uso prolongado, podemos hablar en este caso de aromales, que son por tanto asociaciones entre miel y aceite(s) esencial(es) (en cantidad inferior al 1 %).
¡Si la miel es tan famosa es sobre todo por su uso en la cocina! Ya sea para acompañar la comida, en una salsa o para untar, este suculento producto dulce no se queda atrás y, debemos reconocerlo, ¡sería un error privarnos de él!
Utilizada desde la Antigüedad en el cuidado de la belleza, la miel tiene un pH cercano al de la piel (4 a 6), y su rica composición la convierte en un muy buen agente hidratante, emoliente, suavizante y tonificante. Nutre las células, favorece su renovación y ayuda a mantener la juventud de la piel. También tiene un efecto antifúngico.